Un beso bien dado, con ganas, con lengua y sin darle tiempo al otro de zafarse de la situación puede causarle a más de uno una cosquillita en su cuerpo, puede significar la invitación perfecta para llevar ese simple beso a algo más íntimo. Además, sirve como indicativo, si así es el beso inicial, provoca imaginar cómo será todo el resto de la experiencia y más de uno se quisiera anotar inmediatamente para disfrutar de ese paseo.

Un beso puede ser bastante intenso y transmitir un sinfín de emociones y sensaciones juntas, es capaz de desordenas los sentidos y hacernos escapar por un ratico de la realidad, volando, sintiendo solo la experiencia, con ganas de que ese momento no culmine tan pronto, que por el contrario, sea solo el inicio de algo más intenso.

Luego que finaliza el beso, solo hay que esperar la respuesta de la persona que lo recibe. ¿Habrá sido lo suficientemente bueno como para causar algún tipo de emoción en la otra persona? ¿Querrá seguir? ¿Fue lo suficientemente clara la invitación? Todas estas preguntas y más serán respondidas por la chica o chico que recibió el beso una vez que este finalice, ya que sus gestos, su expresión, sus acciones hablaran más claro que las propias palabras. Si quiere continuar, se acercara nuevamente y será él o ella quien iniciara el encuentro esta vez. Ahora, si no fue de su agrado, se alejara rápidamente y se notara en su expresión un gesto de confusión o hasta incomodidad con la situación.

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